Tras salir del coma, Ben (Colin Firth) averigua que su mujer murió durante el accidente de tráfico. Cuando sale del hospital, intenta rehacer su vida. Encuentra un nuevo trabajo y una nueva casa, pero su mente empieza a jugarle malas pasadas: ve a su mujer muerta por todas partes. Su vecina Charlotte (Mena Suvari) lo anima a consultar a un psiquiatra. Mientras tanto, los objetos de su apartamento cambian inexplicablemente de sitio o aparecen rotos. Además, la policía le hace una visita, pues lo consideran sospechoso de asesinato.